Omar nació en Tánger, una ciudad al norte de Marruecos y desde muy niño vio a su padre ejercer la arquitectura, cosa que le marcó positivamente. “Fue el primer oficio que vi y con el que crecí. Acompañaba a mi padre a su despacho y pasaba mucho tiempo con él, lo veía trabajar y me gustaba lo que hacía; así que desde niño sólo me imaginaba una cosa para mi futuro: ser arquitecto”.
Nombre: Omar El Khamlichi
Edad: 22 años
Nació el: 06 de septiembre de 1995
Es de: Tánger, Marruecos.
Estudia: Arquitectura
Universidad: ETSAV
Vive en: Unihabit Sant Cugat
Motivado por ese sueño, Omar emprendió viaje hacia España. Su primera parada fue Reus (Tarragona), donde hizo algunos cursos relacionados con arquitectura y de español. “Cuando llegué apenas podía comunicarme, pensaba que lo hablaba bien, pero a la hora de la verdad me di cuenta que sabía muy poco”.
Con mucho esfuerzo y dedicación pronto dominó el idioma afianzó su deseo de estudiar arquitectura y fue cuando decidió que estaba preparado para empezar la carrera en la universidad.
- ¿Cuál es la diferencia de estudiar arquitectura aquí y en Marruecos?
Lo principal es que aquí preparan al arquitecto para ejercer una función más amplia, a diferencia de Marruecos y de otros países. A medida que han pasado los años me he dado cuenta que aquí se le pide al arquitecto saber mucho de todo, razón por la cual se le atribuye mayor mérito y respeto por su perfil amplio de conocimiento. Esto es sin dunda es una gran ventaja.
- ¿Qué te ves diseñando en el futuro?
Me veo diseñando viviendas, porque es la función primaria del arquitecto, construir refugios y casas para las personas, es lo que más me agrada. Aunque no descarto dedicarme a otras áreas si se da la oportunidad.
- ¿Cómo te sientes viviendo en Unihabit?
Ya llevo cuatro años viviendo aquí, y eso dice mucho de cómo me siento en la residencia. Creo que otra ventaja adicional a la proximidad, es que nunca estás sólo, siempre tienes a gente alrededor de ti y creas nuevas amistades que hacen que tu estancia sea agradable.
- Nos han dicho que hablas unos cuantos idiomas…
Bueno…Hablo cinco: el árabe (mi idioma materno), y además tuve la suerte de hacer el colegio en francés, de donde lo aprendí. Luego seguí con Inglés, Español y Catalán. Esto me ha permitido desarrollar muchas amistades en la “resi”.
- ¿Recuerdas alguna anécdota en Unihabit para compartir con nosotros?
Sí. Un día me fui al Ikea a comprarme unos muebles que necesitaba para organizar mejor mis cosas. Cuando los traje de la tienda los dejé dentro de mi habitación en sus respectivas cajas y me fui a clases. En ese momento algunos de mis amigos decidieron darme una sorpresa. Ellos entraron, me ordenaron la habitación, me montaron los muebles e hicieron una redistribución de todo mi espacio. Para cundo volví todo estaba diferente. La verdad que me asombre un montón de cómo lo habían dejado, creo que no lo pudieron haber hecho mejor. Fue un gran detalle. Aunque tengo que decir que un cajón no me va muy bien…se los voy a reclamar (risas).
- ¿Te gusta cocinar en la residencia?
Mis amigos me dicen que cocino bien y no sé por qué. Aunque tengo que reconocer que utilizo algunos trucos para apañarme y para que la comida quede más rica. Pero hay un plato que creo que me sale muy bien y es pasta con salsa de setas. Esto les encanta.
- ¿Cómo pasas tu tiempo libre?
Bueno, hago varias actividades: todos los lunes voy a jugar al fútbol con el equipo de la “resi”, entre semana dedico tiempo para jugar básquet e ir al gimnasio y últimamente con algunos de la residencia nos hemos aficionado a escalar por diferentes montañas.
- ¿Qué encuentras a faltar de tu casa?
A mi familia y el cuidado que me daban. El confort que te da tu familia y sobre todo tu madre no lo encuentras en ningún sitio y más aún cuando sales de casa a los 18 años y te vas a vivir a otro país. Obviamente ahora me toca hacer todo a mi sólo, pero es necesario y se convierte en una gran experiencia.
- ¿Tienes algún libro que recomendarías leer a la familia Unihabit?
El último libro que me he leído y me gustaría recomendar porque puede ayudar mucho a la comunidad de estudiantes es: “El poder del hábito”, de Charles Duhigg.
- ¿Qué consejo darías los estudiantes?
Creo que como estudiantes debemos buscar un equilibrio en los estudios. He visto a mucha gente tomárselos muy en serio a tal punto de estresarse y a mitad de carrera ya están quemados y abandonan. Por otra parte, he visto a quienes se relajan mucho y al final no pueden avanzar porque no le dan la importancia debida. Cuando estás estudiando es primordial saber dedicar el tiempo a todas las demás cosas importantes y que también te gustan.